No sé a ti, pero a mí me ha pasado un montón de veces de estar en medio de una discusión o un momento tenso con una persona en específico, darme cuenta de que además es algo habitual con él/ella, y preguntarme… ¿cómo diablos he terminado aquí?
Te preguntas por qué siempre terminas con personas que se aprovechan de ti o que parece que adoran discutir, con las que no se puede razonar o con quien tienes que ir con pies de plomo para no ofenderles por el más mínimo comentario.
Pues resulta que la culpa es tuya (nuestra). Así, como suena.
Todo este tiempo hemos estado eligiendo muy mal nuestras amistades (y probablemente nuestras parejas, ¡auch!) y al final nos encontramos en una espiral llena de negatividad y dependencia de la que es muy difícil salir.
Por eso hoy quiero hablarte de una norma que te guiará a partir de ahora a la hora de conocer gente y valorar cuánto te interesa o no que esa persona esté en tu vida (por frío que pueda parecer) y evitar las relaciones tóxicas que tanto daño nos hacen.
Puede sonar a que te estoy diciendo que juzgues a la gente en tres segundos y que los descartes o no como si de deslizar a la derecha o a la izquierda en el Tinder se tratara, pero nada más alejado de la realidad.
Todo empieza por nuestros límites.
Sí, sí, límites. Eso que no somos capaces de expresarle al mundo por miedo al rechazo. O, lo que es peor, eso que jamás nos hemos parado a plantearnos.
Si no tenemos claro dónde están nuestros límites en relación con otras personas, cosas como por ejemplo si estamos dispuestas a aceptar que nos mientan, nos falten el respeto, nos engañen… etc, es imposible ser capaces de ponerlo en práctica. Y dirás, “¡claro que no aceptaría todo lo que acabas de decir!”. Salvo porque si realmente te pones a pensar en las últimas veces que alguien ha hecho algo así, te darás cuenta de que en un gran porcentaje, lo dejaste pasar. Bien porque “era una tontería” o porque “no vale la pena discutir”.
Una vez tenemos claro qué cosas NO VAMOS A ACEPTAR (lo cual, obviamente, supone que nosotras tampoco las hagamos a los demás), llegamos a la norma de 5+5=10.
Es muy sencillo: si alguien hace algo que consideras inaceptable o indeseable en tu vida (puede ser un acto en específico, como mentirte, o un comportamiento que puede pasar más desapercibido al principio, como la manipulación o los celos), es un caso claro de 5(comportamiento o rasgo de personalidad que tiene esa persona) + 5(comportamiento o rasgo de personalidad que NO QUIERO EN MI VIDA) =10(no te mantengo en mi vida).
Da igual que el resto del tiempo sea maravillos@, que te trate con cariño, que sea guapísim@ o que le caiga genial al resto del mundo. 5+5 no da 11 ni 9.
Cinco más cinco son diez. Es de cajón. Y diez significa “¡hasta luego!”.
Porque nos pasamos la vida poniendo excusas para otras personas y sus comportamientos. “Habrá tenido un mal día”, “Es que ha tenido una infancia difícil/relaciones complicadas”…
Todo con tal de no admitir que estamos delante de las señales que nos indican que esa persona es tóxica para nosotras, porque nos gusta o porque nos sabe mal sacarla de nuestra vida. Tenemos delante el 5+5 pero con todas esas excusas evitamos llegar al 10 y terminamos, antes de lo que esperamos, metidas hasta el cuello en relaciones que solo nos aportan caos.
Con esto tampoco quiero decir que las personas tienen que ser perfectas y no fallarnos o decepcionarnos nunca. Al fin y al cabo: 1, la mitad de esas situaciones nacen de nuestras propias expectativas y 2, ¡nadie es perfecto! Pero sí que hay que tener claro que no todo el mundo nos va a ayudar en nuestro camino, que hay personas que, aunque en sí no sean malas, tienen ciertos problemas que NO ES NUESTRO TRABAJO RESOLVER(no puedo ser más clara con esto último, puedes leer más en el post: No soy madre, ni quiero serlo).
¿Crees que estoy siendo egoísta? Bien, porque así es.
El mundo es un lugar maravilloso lleno de personas malas, regulares y buenas. De personas que van a sujetarte la escalera para que subas más alto y personas que te agarrarán y te hundirán para abajo. No es que lo hagan a propósito, es simplemente quienes son en este momento.
Intentar rodearte de los que van a ayudarte a crecer se trata, fundamentalmente, de una forma de querer ser mejor rodeándote de gente que te va a decir cuándo estás haciendo algo mal y lo orgullosa que está de ti cuando lo haces bien. De asegurarte que vas a seguir evolucionando, porque esas personas no quieren conformarse con que seas mediocre, sino que te quieren acompañar hacia la excelencia y a desarrollar el máximo de tu potencial.
De modo que te invito a:
Primero, que hagas una lista de cuáles son tus límites y qué cosas definitivamente no quieres en tu vida. Si quieres ideas para empezar por alguna parte, te cuento algunos de los míos:
- Mentiras.
- Celos.
- Cualquier tipo de agresión física.
- Invasión de mi intimidad (que me miren el móvil, por ejemplo).
- Manipulación de cualquier tipo, sobre todo emocional.
- Faltas de respeto en discusiones.
- Utilizar información privilegiada (cosas íntimas que le he confiado a esa persona) para atacarme en una discusión o para probar que tienen razón en algo.
- Contar esa “información privilegiada” a otras personas.
Y segundo: que empieces a ser mucho más tajante y severa a la hora de decidir con quién decides compartir tu vida. Está en tus manos permitir que personas que no saben lidiar con ellas mismas se aprovechen de tu energía y tu felicidad para alcanzar la suya, o decir “NO, por aquí no paso. Espero que seas feliz y te vaya muy bien, pero no te quiero en mi vida”. Porque por mucho que quieras a esa persona, a ti te tienes que querer mucho más.
No temas, con esta forma de seleccionar tus círculos sociales, no vas a terminar sola (que imagino que es parte de lo que estás pensando ahora mismo), pero sí que te asegurarás que las personas que están en tu vida (sean muchas o pocas) serán jodidamente geniales y aportarán mucha más luz que sombras a tu vida.
¡Pruébalo y ya me contarás qué tal!
¿Qué te ha parecido el post de hoy? ¡Cuéntamelo en un comentario!
Andi dice
Has dado en el clavo, como siempre. El primer paso para poder vivir tranquilo es eliminar de tu vida a las personas que no te hacen bien, aunque insistas en ignorar lo malo y sólo ver lo bueno, porque al final lo malo pesa más, y con ello, hunde más… en ello estoy ahora mismo. Acabo de dejar una relación de un año con un chico que me dejó destrozada… vivíamos juntos y a pesar de ver estos comportamientos tan malos, trataba de sobrellevarlos intentando cambiar yo, con la idea de que si yo era más firme y más dura, él me tendría mas respeto… qué tontería. Y todo por lo pasar el trago de verlo salir por la puerta co las maletas y recriminándome que le eché de casa. Finalmente lo hice, y ha sido DURÍSIMO… y sigue siéndolo porque no han pasado ni 2 meses de eso, y aún vivo con su sombra a mi espalda, pero por fin he descubierto que si quiero una relación buena, primero tengo que conocerme a mí misma, saber cómo soy, saber qué quiero, qué busco, qué me ilusiona, qué no acepto… y solo cuando sepa todo eso, podré estar con alguien. Eso solo se logra pasando tiempo sola. Porque mi error fue saltar de pareja en pareja desde mis tiernos 14 años hasta ahora, que tengo casi 30, y en ese tiempo deje de saber como era yo como persona completa, y solo aprendí a ser una experta en mimetismo, adaptándome a la otra persona para ser su perfecta mitad… pero ya no. Ahora no quiero ser una mitad, quiero ser entera, y algún dia (sin prisas!!!) encontrar a otra persona entera con la que compartir sin necesitar, y a quien dar sin exigir. Me va a llevar mucho trabajo y mucho tiempo, porque a dia de hoy no me conozco, no se quien soy, no se que quiero, no se que busco, no conozco mis límites, no se nada… y curiosamente ahora el tiempo pasa muy lento para mi, y como solo el tiempo es el que me pondrá en mi sitio, me esfuerzo por no tener prisa y dejar que las cosas vayan marchando.
En resumen, que mi error ha sido siempre exactamente no poner limites, pero para ello hay que conocer cuales son esos límites, y para conocerlos solo hay un modo: pasar tiempo contigo misma, conocerte, ESCUCHARTE, mimarte, y buscar sentirte completa sin necesitar a nadie, y sin necesidad d analizar esos límites, cuando logres estar completa, esos límites se habrán marcado solos, porque llegados a ese punto, no aceptarás menos de lo que ya tienes, que es a ti completa.
Y ya me cayo! Gracias por tus pildoras de sabiduria, de animo y de empoderamiento.
Raquel F. dice
Hola Andi!!
Muchísimas gracias por tu comentario, y enhorabuena por este momento de transición!!
Es genial ver que estás pasando por estos tiempos tan complicados para una persona como es el de dejar una relación tóxica tan larga con estas ganas y esta claridad. Eres todo un ejemplo!
Sigue así, no me cabe duda alguna de que vas a conocerte, y cuando lo hagas, verás lo brutal que eres si es que no lo ves ya!
Un abrazo enorme!
Raquel
Laura dice
Me encanta… es una reflexión super lógica pero que, por desgracia, No solemos plantearnos…
Raquel F. dice
Muchísimas gracias Laura 🙂
A ver si empezamos a hacerlo un poquito más, por nuestro propio bien!
Un abrazo!
Raquel
Naila Vasquez dice
Excelente informacion que me hizo reflexionar en el acto. Estoy segura que a partir de hoy comenzare a darle importancia a mis limites. Me senti tan identificada al leer cada palabra. Gracias. Mil Bendiciones.
Naila.
Raquel F. dice
Hola Naila!
Muchísimas gracias! Me alegro muchísimo de haberte hecho reflexionar, es mi único objetivo!
Espero que te sea útil 🙂
Un abrazo,
Raquel
Daniela dice
Creo que este post me ha llegado en un momento en el que lo necesitaba mucho, he estado pensando al respecto (sobre todo en los últimos días) y tienes toda la razón. Gracias por tomarte el tiempo y escribir estas cosas tan esenciales, que generan inspiración y ganas de hacer las cosas de una mejor forma. La mejor energía para ti!!
Raquel F. dice
Hola Daniela!
Muchísimas gracias por tu comentario! Me alegro un montón de haber llegado en el momento justo! 😀
La mejor energía para ti también, bonita!
Un abrazo,
Raquel
Vilma dice
Un paso mas hacia la superacion personal, no dejar que otros dañen tu esenci como persona, en este momento de mo vida 32 años, me asombra ver y concocer la cantidad de personas toxicas que hay! Y las que ya han pasado por mi vida, pensé que las atraia como imán, pero me di cuenta que inconcientemente las dejaba entrar en mi vida por no conocer mis limites, excelente aporte este articulo. Muchas gracias
Raquel F. dice
Hola Vilma!
Muchísimas gracias por tu comentario, me alegro de que te haya gustado y espero que te sea útil para actuar mejor en situaciones futuras!
Un abrazo fuerte,
Raquel
Lovetsy dice
Excelente reflexión muy apropiado en este caso para mi persona interesada en continuar recibiendo sus block
Kar dice
Muchas gracias Raquel por tu post, tienes toda la razón y lo transmites con esa fuerza que te caracteriza y que sabe como llegarte adentro.
A veces hacemos un mundo de nuestros problemas y nos preguntamos ¿por qué a mí?, pero te acabas dando cuenta que no son problemas, sino experiencias en la vida y que no solo te pasan a tí, sino que todas hemos pasado por cosas similares. La diferencia, unas hemos aprendido antes que otras a poner límites y a creer más en nosotras mismas. Pero eso está genial porque compartiendo aprendemos las demás.
🙂
Me quedo sobretodo con ese afán de intentar resolverle la vida y los problemas a otr@s. Esta bien echar un cable y escuchar, aconsejar… Ok. Pero cuando esos problemas te afectan a ti directamente y a tu relación, llega un momento que hay que parar. Que se curen ell@s solit@s, que sin una persona como tú en la que apoyarse y esconderse día tras día, ya la vida se encargara de darle las herramientas para que aprendan.
Raquel F. dice
Hola Carmela 🙂
Muchísimas gracias por tus palabras!
Tienes toda la razón en absolutamente cada una de ellas 🙂
Espero poder seguir transmitiéndote esa fuerza y esas ganas de seguir creciendo.
Un abrazo enorme,
Raquel
leonardo dice
Simplemente genial!!!
Solo agregaría a tu lista, “Amor propio”.